Usar una falda no es un acto revolucionario

Usar una falda no es un acto revolucionario
sino un deslave de estética que orbita
los filos escarpados de mis caderas.

Usar una falda no es un atentado contra
la estética. Mis bellos depilados
no son un mensaje salpullido de ántrax.

Usar una falda no es un asunto
exclusivamente femenino
es un pendiente que simplemente pende.

Usar una falda no es un acto revolucionario
es más bien un descaro aleve en la punta
danzarina de mis órganos.

Usar una falda no es una ruptura contra el canon.
Usar una falda es un satélite girando
que ventila las piernas.

Usar una falda no es un acto revolucionario,

pero se acerca, cuando las ajusto a mi cintura.