Me dueles en la sombra cuando me dices:
“Es sólo una cuestión tiempo,
ya no sentirás, calma.”
Me dueles cuando me dices: “calma”
y el espacio que habito se derrumba.
Me dueles porque la vida es susurro, herrumbre desdentada.
Me dueles porque en los sueños siempre moran pesadillas,
y los dilemas son banales y la historia es
un aborto al revés que asesina mujeres.
Me dueles, siniestro relato que nada conoce
de la miseria humana.
Me dueles, constante que te repites porque eres constante.
Me dueles porque la soledad se desnuda golpe de estruendo
estruendo de golpe en la frontera de un sueño.
Me dueles, sinfonía de calles gimiendo muertes.
Me dueles cuando simplemente huyes hacia tu acomodado
cuerpo de siluetas, cocidas cirugías de obsceno vacío.
Me dueles muerte que no te mueres.
Me dueles vida que vives.
Me dueles, en la sombra cuando me dices:
“Es sólo cuestión de tiempo”
y el tiempo sigue fluyendo y sólo cambia los cosméticos
y el rostro sigue envejeciendo sin detenerse,
ya deforme
Me dueles en la sombra, aullido poblado de alcantarillados pestilentes.
¡Cuánto dueles, poesía, leve polvo en el instante…!
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