Presentación del poemario El imperio de los pájaros de Abdiel Echevarría Cabán Librería Mágica

Presentación del poemario

El imperio de los pájaros de Abdiel Echevarría Cabán Librería Mágica

30 de abril de 2011

4:00 pm

por: Prof. Yvonne Denis

Buenas tardes. Nuevamente en la librería más mágica de Río Piedras, Librería Mágica, gracias Arnaldo y Reina por recibirme otra vez y por supuesto a mi amigo Luis y sus compañeros atentos como siempre.

Hoy me ubico en un imperio alado al pretender volar con Abdiel Echevarría Cabán desde su cuarto poemario El Imperio de los Pájaros (Versali@ Editorial 2011) en un mundo que no es desconocido, pero que nos lo presenta este joven poeta de manera innovadora y exquisita, como un gran pájaro del imperio. Echevarría Cabán, es un educador sexual, estudiante de Derecho, escritor y añado poeta. Finalista del Premio Pen Club 2007. Además ha trabajado en el campo de servicio comunitario, por lo que debe conocer a cabalidad el aleteo constante de este imperio terrenal.

Es así, porque hasta la portada del poemario, nos remite de inmediato a la diversidad, una en este caso de los pájaros o plumas que los representan, que se mueven a sus respectivos espacios, pero en una unidad común. Hay en esta imagen un mundo, aunque sólo vemos un pequeño espacio de lo inmenso. Hasta un dorso que no definimos si es un hombre o es una mujer nos mueve hacia una mente abierta.

Así lo son sus poemas un gran estado multinacional de letras amparadas en la fragilidad de las aves. Echevarría Cabán utiliza los pájaros como otro recurrente símbolo en la literatura, recordemos por mencionar quizás uno el inicio de esa postura, en el siglo XI al poeta Parid Ud-Din cuando escribió La asamblea de los pájaros, en la que éstos se encuentran sin rey e inicia una asamblea en su búsqueda. Esta joya de la literatura medieval tiene igual vigencia que la profundidad de El imperio de los pájaros. Los pájaros siempre han tenido presencia en la mitología y en las leyendas. En la poesía de Rubén Darío el cisne tiene particular presencia en un poema con igual título, “Oh sacro pájaro″ leen sus versos. Las aves de alguna forma, sobrenaturales, atrapadas, sacrificadas, emisarias de dolor, amor, misticismo, odios, han tenido una constante interacción con los poetas.

Sin embargo, la unidad y estructura de este poemario nos parece que anidan en inimaginables sentires, por lo que consideramos novel en un poeta post moderno. Dividido en cinco nidos el primero El retorno de los pájaros en el cual once poemas pájaros nos llevan al mundo mitológico desde la cita del hermoso poema El encuentro del hombre y el río de Julia de Burgos. Luego el nido titulado Temporalidades de la eternidad, más adelante Entre la frontera y el cuerpo, seguido por Ozono de la Tierra y terminando con El espacio avieso. En cada una de estas pajareras se esconde la poesía de Echevarría Cabán.

Destacamos la abundante intertextualidad de los poemas unos con otros, mostrándose el poeta en una pluralidad de voces y dialogicidades en el que está inmerso en todos nuestros procesos culturales amplios y dinámicos. Las referencias en los poemas aluden y se comunican con otros textos, lugares y relatos. Esto es muy evidente desde el primer poema: El pájaro del trueno, leo unos versos:

Soy renovada criatura de asfalto, tiemblan las rodillas

de la Quinta Avenida cuando retomo mis alas. Vuelo con zapatos de charol en las noches entre el escándalo del bullicio. Soy nueva erupción del Caribe…

Este primer poema del gran nido, es el comienzo de lo lúdico del todo el imperio. Las alusiones a otros imperios desde éste son extensas y por ello nos obliga a viajar a otros espacios. Es entonces que recorremos imágenes desde la creación de la mujer, de la Oshún de los Yorubas y juega el poeta con la sensualidad de los cuerpos insistentemente. El erotismo recorre todo el poemario, no hay duda. Las alusiones al sexo y al placer se mezclan de manera rica y muy delicada. Vemos el deseo, la traición, los reclamos y hasta los excesos en unos versos limpios y muy bien cuidados, sin caer en los excesos o la vulgaridad plural.

Por otro lado, de una manera eficaz el poeta habla del dogma y nos trae en el poema Mayra Morevna un recorrido interesante del dogmatismo, de los dioses, porque no habla de uno solo, sino de varios. Recorre dioses indígenas e historias del quiché de los guatemaltecos entre tantos otros. Estaríamos toda una tarde escudriñando este poemario, porque como les indicamos, el poeta se acerca a otras culturas, a otras referencias, por lo que al leerlo es necesario reforzar nuestros lecturas previas y sino procurar saber a qué se refiere. Aunque la poesía puede tener múltiples interpretaciones, debe tener una base conceptual y Echevarría nos la provee, queda de nosotros los lectores entrar a ese mundo, en este caso este imperio ingobernable.

El autor utiliza el símbolo de los pájaros para inventar un mundo, de ellos surgen otros mundos y tiene por lo tanto un efecto multiplicador extenso y muy profundo. Esta gran metáfora del ave, tiene tantas vertientes utilizables que Echevarría Cabán parece agotar a la saciedad. De hecho, no nos atrevemos citar con insistencia algunos poemas, porque todos traen consigo un infinito de sentires. Este poemario hay que leerlo con ahínco, con mucha perceptividad y apertura. Porque el tema del homosexualismo está aquí también, el falo no se esconde, hasta en la portada nos pareció verlo, así que con todo ello juega el poeta.

Y juega con versos insinuantes y melódicos los que se recrudecen en cada pajarera, como lo hemos llamado. En la que se refiere a Entre la frontera y el cuerpo, aquí se desboca, aquí es que alzan vuelo los pájaros del imperio de Echevarría Cabán. Con versos nostálgicos y hasta tristes en los que inventa todo este lugar, porque no le queda otra. Como dice en el poema La gracia de la incertidumbre, muy emotivo y cuestionable:

“¿Qué me queda hijo de un siglo varado en la nada de sus nadas, casi primo de otro, vuelo en ave tatuada en la sombra?

¿Qué me queda?

Erigir un imperio de sueños con la gracia de la incertidumbre.″

El poeta deconstruye todo. Desmitifica desde las alas de su lenguaje al Dios mismo y a otros. Y se burla del dogmatismo, reclama, cuestiona. Este es un poemario lleno de profundidades carnales y espirituales.

Concluimos y como se preguntó el poeta en el poema La carga de un siglo: ¿para qué sirve tanto canto? Para nosotros también, como para él, y debe ser para ustedes que hoy lo acompañan, este canto de estos pájaros debe servirnos para no morirnos de silencio.

Para no dejar de sentir al otro es necesario sentir a Abdiel Echevarría Cabán desde este imperio poético.

Muchas gracias.