Sobre el autor

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Puerto Rico (1986). Juris Doctor, Universidad de Puerto Rico. B.A. en Literatura Comparada, Universidad de Puerto Rico, Recinto Universitario de Mayagüez. Entre sus publicaciones destacan: Estoicismo profanado (2007), premiado por PEN Club de Puerto Rico y El imperio de los pájaros, (2011). Es columnista de la Revista Cruce y realiza estudios doctorales en Filosofía y letras en CEAPR. Se ha desempeñado como educador comunitario. Varias noches vagó por las calles de algún punto de la isla ofreciendo condones, jeriguillas limpias y pruebas de VIH.

Sobre mi poesía

“Echevarría Cabán reintroduce en el país una poesía indagatoria cuyo realismo imaginativo se encamina hacia una estética experiencial imaginística como posible paradigma de nuestra literatura más actual”

–Alberto Martínez Márquez


"Indudablemente, la poesía de Abdiel Echevarría es un reto a la normalidad de una conciencia tradicional"

–Rafael Colón Olivieri


lunes, enero 14, 2008

Radiografía del descaro de la igualación

Sin lugar a dudas estamos enfrentando tiempos difíciles ¿y cuando no? Valga la aclaración, esto lo digo sin tomar en cuenta las consideraciones político-partidistas de que si la recesión económica es un invento de la rama ejecutiva o el disparate lingüístico fortuñista de una “recesión criolla.” Me pregunto que carajos significa ese término “criollo” para el precandidato del PNP, ¿alguien me puede explicar? El adjetivo es muy útil, pero muy ambiguo y me parece que por ello me suena tan conveniente. Sin embargo, a lo que voy con este artículo. No puedo dejar de sorprenderme al escuchar las quejas de la clase media del país y no porque entienda que son infundadas. Al contrario, creo que sus reclamos son más que legítimos, es más, asignaría sin pensarlo el salario de un legislador a un maestro y el del maestro se lo asignaría al legislador. Los maestros y maestras del país son más útiles. No obstante, me molesta cómo dirigen su registro.

Generalmente, la clase media ataca a las clases más bajas o la mal llamada clase cuponera reincidente permanente y a los pequeños comerciantes que hacen lo indecible por sostener sus pequeños negocios antes de afrontar la bancarrota sin ningún apoyo del gobierno. El cual, resulta ser un organismo implacable contra éstos, para después vender la imagen de que te dan la llave para tu negocio. Igualmente, observamos al secretario de DACO en el noticiario de las seis exhibiendo su brillante sonrisa plagada de un heroísmo de celebridad a lo Beyonce o Riky Martin, como buen paladín de este “correcto”, y sí dije “correcto” y “pulcro” sistema que se preocupa por el consumidor y el buen manejo del dinero fiscal. Sin embargo, cuando enfrenta a las grandes empresas tiembla como un tembleque. No es esto lo que me interesa discutir aunque está ligado al asunto de la huelga, me interesa la situación de los maestros y sólo en parte. Quiero recalcar, antes de continuar, que el derecho de huelga, la protesta civil y la deposición en las vistas públicas son las únicas herramientas que posee el ciudadano para expresar su descontento directamente contra la política pública de un gobierno que no necesariamente tiene que “representar”, valga la redundancia, a sus “representados.” Me importa un bledo lo que diga el convenio colectivo de los maestros que hace tiempo expiró. Éstas son las formas que tenemos para envolvernos en el asunto de la democracia ¿o no? nos jactamos demasiado de esa palabra, pues asumamos el peso que tiene.

El gobernador expresa que las escuelas permanecerán abiertas contra viento y marea porque nuestros niños merecen su educación y de hecho es un derecho civil, pero hace un año aproximadamente fue este gobernador a modo de luchador de lucha libre quien ordenó el cierre del gobierno sin importarle la calidad de la educación de esos mismos estudiantes ¿o me equivoco? el Anzhaimers avanza demoledoramente en nuestra sociedad, pero no estoy afectado por este mal según mi doctor. No obstante, mi crítica no va dirigida sólo al gobierno sino a los maestros y a la clase media. No he visto tanto descaro en todos los niveles de la sociedad al mismo tiempo. En primer lugar, el gobernador y su zarpa de contradicciones que ya he discutido. En segundo, la clase media y los maestros constantemente atacan a los que están por debajo en la escala social, y creen que lo merecen todo sin medir siquiera sus propios errores. La educación de nuestros estudiantes deja mucho que desear muy a pesar de lo que digan del desinterés de los jóvenes que es muy cierto, pero igualmente tiene sus razones que no discutiré en este artículo. Pero claro, siempre habrá alguien en peor condición para echarle la culpa de la propia desgracia. No escucho a estos envalentonados guerreros con tarjeta de crédito de tepe a tepe gritarle al gobierno que fiscalice la banca del país o que intervenga con las empresas extranjeras. Mas son éstos los que aplauden que se incremente la patente de uso a los comerciantes pequeños. Son los que se quejan de pagar sus contribuciones (deber moral de todo ciudadano) porque otros no los pagan y en el fondo desean poder convertirse en evasores contributivos como a quienes critican, ¿eso es deber moral? Son los que permiten, generalmente, que las cadenas multinacionales los traten como basura sin quejarse. Por igual, a este catálogo se añade el descaro de los cuponeros reincidentes permanentes, orgullosos de su ingreso sin mover un dedo. ¿Qué demonios tiene la gente en la cabeza en este país que buscan corregir lo inmoral con más inmoralidad y falta de ética? ¿Al final del camino todos estamos cortados por la misma tijera o no?

Lo más que me molesta de toda esta situación es el descaro de la igualación. Quienes están en una posición de mayor privilegio se igualan a los que siquiera tienen para sobrevivir. Se puede escuchar yo estoy tan o más jodío que un cuponero porque le debo mi cheque a las financieras, ¿qué una persona sea irresponsable con su salario es culpa de alguien que apenas tiene? Por otro lado, porque no van al meollo del asunto. El clientelismo inmoral de los políticos es parte de esta estrategia para mantener su círculo de poder. Gente iletrada consume por que no tiene más que hacer. Gente pobre busca desesperada alivio a su situación, igual tienen hijos que alimentar, pues votan por quien les ofrezca más ante una desigualdad evidente. Pero me pregunto: ¿No hacen lo mismo los profesionales que deben tener mayor ética por sus estudios con respecto a lo que prometen los políticos? Dónde esta la falta ética que tanto critican. ¿Les contesto? En todas partes. A veces percibo que esta actitud pseudos-religiosa de predicar desde una posición de privilegio entiéndase por esto: Yo soy igual de hijo de puta que tú, pero soy mejor porque Cristo es mi salvador se ha colado no sólo en los templos, se ha internalizado como una peste. No queda más que decir, somos todos unos descarados disfrazados de buenos pastores. ¿Quién le mete mano al asunto? Por alguna parte hay que empezar. Y hago constar que sí estoy a favor del estado benefactor. ¿Cómo podría ser de otra manera? Si nunca hubiese existido ni existiera, jamás hubiese tenido la oportunidad de obtener una educación. Estoicismo profanado mi última publicación y este blog no existirían. Es esta forma de gobierno la que nos salva del hambre y la miseria contra el canibalismo del sistema capitalista. Es una realidad, pero estoy en contra de mantener la inmovilidad social con pan y tierra, de conservar el estatus quo de los ricos “criollos”, para utilizar un término de moda o el poder circense de nuestros representantes en el gobierno. Eso es antitético y antidemocrático. El gobierno, la empresa privada y los ciudadanos deben trabajar en conjunto para el bienestar de todos los que habitamos este pedazo de tierra. Hemos sobrevivido a la época del nihilismo y seguimos aquí, es hora de regresar del viaje y aceptar nuestras responsabilidades.

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