Los rostros de Dios

Dicen que Dios obra por
senderos misteriosos
que habla en distintos registros
-muy parecido a un profesor de lenguas extranjeras-.
Que sus ojos están fijos
en el arsenal de la sombra.
Atento a cada movimiento mueve
su dedo hasta detenerlo en el robusto
instante que desmorona el tiempo
segundo tras segundo.
Dicen que Dios no está en el tiempo
que no es el tiempo y que el tiempo
es una invención memorial de
la circunstancia y todos
atados a ella como signo nupcial,
el sexo castrado...
Dios Houdini escapista brinca la vaya
de los segundos, teje mundillos con sus dedos
en la sombra del mundo... y derriba
las fronteras de los relojes todas las tardes
con una rutina de ejercicios 10 a 1.
Muchos dicen que es un viejito bonachón… Yo lo imagino
con la mirada cierva de James Franco,
el cuerpo de Nicolas Cage, la sensualidad
de George Cloony y la virilidad de Brandon Routh.
Dicen que Dios es igual para todos, no es cierto,
Dios es negro para los negros, es una Drag Queen para los gays,
contonea las caderas mejor que Lorna Vando
o Dreuxila Divine en tarima, para los blancos es blanco,
para los riquitos tiene un Wall Street metido en el cielo,
para los hoteleros Dios es un magnate que siempre está
de vacaciones…
Para los pobres, Dios,
siempre ajeno al tiempo, ignora que le están haciendo falta audifonos para los oídos…
Pero para mí sigue siendo ese hombre nacido cual espiga
de mi vientre que me invade y desnuda todas las noches sólo con
el fuego de su mirada…